


4 ago 2025
La espada lastra el resultado de una tarde donde el peruano cuajó a placer a los cuatro toros de Los Azahares que estoqueó en solitario
Joaquín Galdós saldó de manera triunfal su encerrona en solitario con cuatro toros en Sicaya. Un gran espectáculo donde el público llenó la plaza y donde el peruano exhibió la calidad de su tauromaquia. Cortó dos orejas que pudieron haber sido bastantes más de estar acertado con la espada.
Fue eso, el acero, el que lastró numéricamente una tarde de enjundia de Galdós, que cuajó a placer a los cuatro toro de Los Azahares que mató. Cuatro faenas variadas, cargadas de matices, temple y variedad com capote y muleta.
A todos los toros les aplicó su lidia, destacando en todos sobremanera con el percal, abundando en variedad de quites. Con la muleta hubo faenas intensas y vibrantes como la del primero o el tercero; otras de un toreo más despacioso y a compás como la del segundo; y otra como la del tercero en la que Galdós aplicó técnica y pulso. Cuatro faenas distintas en una tarde de dimensión del peruano.
La salida a hombros fue clamorosa con una plaza entregada. Junto a Galdós, estoqueó un ejemplar de San Antonio de Padua, José Mallqui, uno de los novilleros finalistas del certamen de jóvenes valores peruanos, impulsado por el propio Galdós. Cortó una oreja tras una faena de notable disposición.
Plaza de toros de Sicaya (Perú). Lleno. Cuatro toros de Los Azahares de buen juego y un novillo de San Antonio de Padua, que resultó noble. Joaquín Galdós, oreja, ovación, oreja y ovación; y un novillo para José Mallqui, finalista del concurso de novilleros impulsado por Joaquín Galdós, oreja